Esta editorial cumple la función de una filosofía de juego. Quiero decir que en estas líneas podrá el lector encontrar ideas y frases de escritores e intelectuales, tanto de aquellos que han defendido y elogiado el fútbol, como de aquellos que lo han despreciado y han visto en él un síntoma más de la decadencia humana.
Así, en cada uno de estos editoriales se hablará de lo sagrado y lo profano del juego; del elogio y de la crítica; de la victoria y de la derrota del fútbol ante la gente, y de la gente ante el fútbol. Porque sin embargo y en definitiva una cosa parece ser simplemente innegable: pareciera que como si se tratara de la vida misma, al final todas y cada una de las personas parecen tener algo que decir sobre fútbol.
POR QUÉ ESCRIBIR SOBRE FÚTBOL
En un intento por explicar la aparición del cruce entre fútbol y escritura, el checo Milan Kundera atinó a decir una de las frases mas hermosas relacionadas con fútbol. Decía Kundera que "Tal vez los jugadores tengan la hermosura y la tragedia de las mariposas, que vuelan tan alto y tan bello, pero que jamás pueden apreciar y admirarse en la belleza de su vuelo". El fútbol bien podría definirse a partir de esas dos categorías: la hermosura y la tragedia.
No cabe duda que el fútbol ha sido desde siempre una experiencia estética. Al igual que otros deportes, el fútbol tiene una cierta belleza que le resulta inherente. Los movimientos del jugador de fútbol, los vuelos del arquero, las trayectorias de la pelota, el escenario colmado, los cánticos, los colores, los gritos, los vuelos del arquero: todo en conjunto es una experiencia estética cuando menos rescatable, que acentúa su fuerza en los matices épicos de las hazañas que diariamente propicia este juego. ¿Cómo no contar el mundo del fútbol explotando todas las posibilidades narrativas y estéticas disponibles para ese fin?
Por otro lado la tragedia es inherente al fútbol en cuanto realidad dramática. El fútbol es emotivo en cuanto su lógica depende de la existencia de ganadores y perdedores. Lo trágico no solo parece referirse al dolor de la derrota, sino también a la fuerza de una victoria épica. No hay un triunfo sin algo de tragedia, sin algo de sacrificio. En esta medida el escritor de fútbol cuenta con la ventaja de que los jugadores de fútbol, una serte de dramaturgos, producen constantemente en su actividad situaciones que merecen ser convertidas en relatos e historias para ser contadas. Porque su vuelo abarca no solo los límites del fútbol sino que se expanden a la vida misma y en ese sentido, el fútbol se convierte en metáfora de la existencia.
Ninguna historia de fútbol existe sin que hable de la vida en general y al mismo tiempo, es posible hablar de la vida en general a través del lenguaje, las situaciones y los personajes del fútbol. Por esto se debería escribir sobre fútbol. Porque el mundo del fútbol es un escenario en el que es la vida misma la que se recrea. Sin embargo no todas las personas logran ver eso. Justamente para este tipo de narraciones existe Escribe Fútbol: para que las personas puedan hacer crear el mundo, desde, el mundo fútbol.
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